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Diálogo interno: Cómo mejorarlo

¿Qué es el diálogo interno?

En nuestra vida diaria, la forma en que nos hablamos a nosotros mismos tiene un impacto significativo en nuestra salud mental y bienestar emocional.

Entendemos el diálogo interior como la manera en la que nos comunicamos con nosotros mismos. Podríamos decir que es nuestra radio interna y que se compone de diferentes emisoras. Pues bien, cada emisora vendría a representar cómo nos hablamos en diferentes momentos de nuestra vida: cuando estamos enfadados, cuando estamos alegres, cuando tenemos un problema o cuando estamos en un estado normal para nosotros. 

Párate a pensar:

  • ¿Qué te dices cuando vas a trabajar?
  • ¿Qué te dices cuando alguien te indica que no puede ayudarte?
  • ¿Qué te dices a ti mismo cuando te sientes triste?

 

Eso es lo que conocemos como el diálogo interior y va a ser una clave fundamental en nuestra gestión emocional y autoestima.

Cuando recibes un comentario negativo en el trabajo, ¿nos sumergimos en la autocrítica, pensando que siempre fallamos? ¿O transformamos esa narrativa, viéndolo como una oportunidad para aprender y mejorar? Del mismo modo, frente a desafíos personales, ¿nos decimos que somos un fracaso, o reconocemos que cada desafío es una oportunidad de crecimiento? Si cometemos un error, ¿nos etiquetamos como torpes, o vemos el error como una lección valiosa para evitar futuras equivocaciones?

Estos son solo algunos ejemplos de cómo el diálogo interior moldea nuestras respuestas. Aprender a cambiar esa voz crítica por una que fomente el crecimiento es el viaje que nos lleva del autosabotaje a hablar de una forma sana, transformando nuestro diálogo interior en un aliado en el camino hacia la confianza en uno mismo.

Consecuencias de la autocrítica

La forma en que nos relacionamos con nosotros mismos tiene una influencia directa en cómo vivimos y atravesamos cada situación. Estoy segura de que alguna vez has escuchado la metáfora del vaso medio lleno o medio vacío; ¿por qué hay diferentes respuestas o interpretaciones? Ahí radica la clave. Cada persona, según su estilo de crianza, experiencias vitales, círculo familiar y la forma en que ha vivido sus emociones, va a influir en la manera de interpretar el mundo y en cómo cada uno de nosotros hacemos una lectura única del entorno.

Si percibo que cada situación difícil que experimento es una desgracia, ello impedirá que aprenda y obtenga lecciones valiosas de cada circunstancia. Este enfoque podría conducirme a encontrarme nuevamente en situaciones similares en el futuro, perpetuando así una espiral de lamentación. Por otro lado, al atravesar la situación con una perspectiva que reconozca su complejidad o incluso desagrado, pero que también identifique cómo puedo ayudarme para vivirla mejor o aprender de ella, mi enfoque para gestionarla se modificará. Como resultado, mi “emisora” interna emitirá mensajes más alentadores, contribuyendo a vivir la experiencia de manera más positiva.

Como verás, lo que nos decimos a nosotros mismos tiene un claro impacto en cómo experimentamos las emociones y en nuestro comportamiento. Si me repito que todo es horrible, experimentaré tristeza y desánimo, y es probable que termine pasando el tiempo en el sofá, evadiéndome con videos de TikTok. Al contrario, si me comunico internamente que hay aspectos desafiantes en mi vida en este momento, experimentaré tristeza e incluso enfado, pero esa perspectiva me permitirá conectarme con una fuerza interna que facilita el cambio. Esto me llevará a observar cómo puedo comenzar a transformar diferentes aspectos de mi vida.

Cómo mejorar el diálogo interior

Al inicio de este nuevo año, es probable que hayas escuchado en tu entorno o en redes sociales cómo muchos definen nuevos objetivos para los próximos meses.

Establecer metas es positivo, siempre y cuando sean auténticas aspiraciones personales y alcanzables.
Si consideramos, por ejemplo, la pérdida de peso como una meta y carezco de las herramientas necesarias para abordar este objetivo, que va a suponer cambios significativos en mi rutina diaria, la tarea se vuelve difícil.
Cambiar la manera de relacionarnos con nosotros mismos es la gasolina perfecta para alcanzar esos objetivos que te has ido proponiendo todos los años y se han quedado ahí, en el cajón de sastre.
Al conectarte con tu diálogo interior, comienzas a comprenderte a ti mismo, permitiéndote verte de forma honesta. Tu voz interna es una pieza clave para poder ayudarte a ti mismo en momentos difíciles.
¡Ojo! Esto no consiste en hablarnos de que el mundo es de color de rosa. Tener un diálogo interior sano implica hablarnos con sinceridad, viendo de manera realista las cosas que podemos mejorar o las cuestiones que quizás tengamos que aceptar como son.
Este proceso te permite desarrollar una mayor flexibilidad hacia ti mismo, promoviendo un enfoque más compasivo y poder adaptarte mejor a los diferentes retos de tu vida diaria. Desapareciendo así esa autoexigencia que no nos permite avanzar. 

Diálogo interior y relaciones

La forma en que nos comunicamos internamente refleja el tipo de apego y de regulación emocional que hemos recibido durante nuestra infancia por parte de nuestros cuidadores principales.

Si durante tu vida recibiste mensajes como “eres vago” o “no te esfuerzas”, es probable que ahora, en tu edad adulta, te resulte difícil tomar decisiones, sintiendo que no encajas en tu trabajo, relaciones personales ambivalentes o que no importas a nadie. Esta respuesta es comprensible, ya que tu sistema interno ha aprendido a relacionarse contigo de esa manera específica. En otras palabras, tu cerebro ha establecido una conexión persistente con una única emisora de radio. Por eso, en el proceso terapéutico, buscaremos “enseñar a tu mente” que existen otras “emisoras” con las que puede conectarse.
¿Pero esto qué va ahora de “positivismo tóxico? Para nada, simplemente reflexiona: ¿Cuántas veces te ha sido verdaderamente útil decirte a ti mismo que no vales para nada? ¿Lograste cambiar o te ayudó a sentirte mejor? La respuesta probablemente sea negativa. En consecuencia, cuando algo dentro de nosotros no funciona, es el momento de buscar un cambio. Recuerda, no estás obligado a aferrarte siempre a las experiencias pasadas. Considerarlas normales o rutinarias no implica que sean saludables ni la única opción disponible. El proceso de crecimiento implica revisar patrones aprendidos, desechar los que ahora no resultan útiles y explorar diferentes opciones que nos permitan tener mejor calidad de vida. 

Ejercicios para mejorar el diálogo interno

En primer lugar, antes de realizar cualquier modificación, es esencial que aprendas a reconocer tu diálogo interior, ya que suele estar tan automatizado que rara vez nos detenemos a cuestionar su utilidad.

Los ejercicios para mejorar la autocrítica nos permite aumentar la confianza y seguridad en nosotros mismos. 

Imagina que has tenido un día difícil: la comida no salió como esperabas, tuviste una discusión con tu pareja o tu jefe te indicó que debes rendir más. Ahora, reflexiona:

  1. ¿Qué pensamiento surge en esos momentos en tu mente? No lo juzgues, simplemente reconócelo.
  2. Una vez identificado, hazte la siguiente pregunta: ¿me ayuda este pensamiento a mejorar?
  3. Si la respuesta es negativa, es hora de explorar alternativas. Aquí tienes dos opciones: ¿Qué pensamiento sí me ayudaría a sentirme mejor? Puede ser desafiante imaginar alternativas, dado que hemos convivido con este patrón toda la vida. En este caso, puedes proyectar la situación en alguien muy querido, como tu hijo, tu mascota o incluso un elemento que te inspire ternura y amabilidad. Permítete tomar todo el tiempo necesario para encontrar esa respuesta, recordando que estamos en un proceso de aprendizaje. Una vez identificado el pensamiento alternativo, coloca tu mano en el pecho y, tomando respiraciones lentas, repite este mensaje como si fuera una nana.

 

Recuerda, el objetivo es acompañarnos y cuidarnos, no exigirnos. Aunque este ejercicio requiere repetición, vale la pena para experimentar el cambio.

¿Cómo superar la autocrítica?

La manera en que nos hablamos a nosotros mismos puede influir en nuestra gestión emocional, salud mental, relaciones personales y la consecución de nuevos propósitos.

La reflexión sobre cómo enfrentamos situaciones desafiantes, la autocrítica frente a errores y la construcción de nuevos propósitos se entrelazan con la calidad de nuestro diálogo interno. Desde la perspectiva del vaso medio lleno o medio vacío, descubrimos que nuestra historia personal, experiencias vitales y entorno influyen en la interpretación de cómo vivimos nuestra realidad. Es esencial trabajar en este diálogo interior para transformar la autocrítica en autocompasión. Al entender que la autenticidad y la flexibilidad son clave para alcanzar metas, abrimos la puerta a un proceso de cambio interno que impacta positivamente nuestras relaciones, nuestro bienestar emocional y nuestra capacidad para abordar nuevos retos.

Terapia online para la ansiedad

Una vez que deseas cambiar tu diálogo interior, no estás solo. Recuerda que puedes pedir ayuda profesional para que pueda guiarte en este camino si no te sientes preparado o con fuerzas para comenzarlo por ti mismo. La terapia individual online puede darte las herramientas que necesitas para modificar ese autosabotaje por un diálogo amable que te ayude a sentirte mejor.

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